Rafael Correa es rescatado y llega al Palacio presidencial

Rafael Correa es rescatado y llega al Palacio presidencial

"Nada ni nadie nos podrá vencer", dijo Correa a sus seguidores. Extendió un agradecimiento al "inmenso apoyo" recibido por la Organización de Estados Americanos (OEA), así como por los gobiernos de España, Chile, Argentina y Venezuela, entre otros

Una fuerza militar penetró en el hospital donde estaba el presidente de Ecuador, Rafael Correa, con el objetivo de rescatarlo, luego de estar rodeado por policías sublevados, según constató EFE.

Correa se encontraba en el tercer piso del hospital,donde llevaba recluido durante toda la jornada de este jueves, pues los sublevados no lo dejaban salir. Se registró un tiroteo entre militares y policías para rescatar al mandatario ecuatoriano.
Llegó al Palacio de Carondelet, la sede del Ejecutivo, y en la Plaza Grande de Quito lo esperaban algunos ministros y centenares de sus partidarios, que ondeaban banderas de Ecuador."Muchas gracias a esos héroes que me acompañaron durante esta dura jornada", declaró.

"Nada ni nadie nos podrá vencer", dijo Correa a sus seguidores. Extendió un agradecimiento al "inmenso apoyo" recibido por la Organización de Estados Americanos (OEA), así como por los gobiernos de España, Chile, Argentina y Venezuela, entre otros.

Más temprano en Ecuador

Presidente Correa inhalando gases lacrimógenos

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó este jueves a través de un contacto ofrecido por la cadena televisiva ECTV que la sublevación originada por un sector de la Policía Nacional de Quito, iba más allá de supuestas reivindicaciones laborales, y agregó que era una "conspiración mucho más profunda".

Tildó a la prensa de "corrupta", y agregó que "todo lo distorsiona". Extendió su agradecimiento por las manifestaciones internacionales recibidas, y añadió que un grupo de policías lo tenían reprimido: "Ojalá esta irracionalidad nunca más vuelva a ocurrir en esta República (...) Tendrán que ser sancionados", confirmó.

En su momento, aseguró que los sublevados no habían "despejado la salida" y afirmó de forma tajante que no establecería ningún tipo de diálogo, mientras permaneciera privado de libertad: "Mientras exista esta situación no hay nada que dialogar (...) Decreté un estado de emergencia y lo están haciendo (...) Quiero profundamente a la Policía Nacional pero, por el bien, deben deponer de esta actitud", señaló más temprano.

Con relación a su seguridad e integridad física, el presidente ecuatoriano declaró: "Nada está garantizado", e indicó que la "mayor parte" de las personas que velan por su seguridad fueron maltratados. "Sigamos considerando la Policía Nacional como fundamental (...) Caballeros y caballeras de la paz, ya controlen los malos elementos", recomendó.